Dios está aburrido de su vida en el Mundo Celestial y decide que sería divertido elegir a un sucesor para ocupar su puesto de Rey. Pero Dios, que no es precisamente la típica representación que hemos visto en tantas obras, idea una competición para elegir su sucesor, en la que alumnos de secundaria con extraños poderes deberán enfrentarse entre ellos.
Law of Ueki no es un manga que destaque por un dibujo espectacular, es un dibujo de trato sencillo, que en algunos trazos recuerda un poco al estilo de Eichiro Oda (autor de One Piece). La historia, a priori bastante sencilla, ensalza los valores de la amistad (siempre tan presentes en el genero shonen) y el compañerismo, bajo el prisma de una serie de combates. Si sólo se tratase de esto, Law of Ueki sería una serie más.
¿Qué la hace diferente? Quizás sea su humor, absurdo en unas ocasiones, surrealista en otras. También pueden ser sus carismáticos personajes, puesto que tanto los buenos como los “malos” tienen extraños poderes que son un derroche de imaginación y, por que no decirlo, de frikismo. Además hay que sumarle un argumento sencillo al principio, pero que posteriormente se va complicando, y en el que conforme avanza la historia se van descubriendo hechos del pasado de Ueki, del Mundo Celestial y de cierto enemigo que esconde algo más.
Su historia nos narra la vida de Ueki, un chico con el don de convertir la basura en árboles, que se encontrará en medio de un torneo para decidir quien será el próximo Dios. Kobasen es su Candidato a Dios, pero también quien le entregó su poder. Si Ueki gana el torneo, Kobasen se convertirá en Dios y Ueki conseguirá el Zai Blanco. En él podrá escribir el poder que desee y este le será concedido.
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